martes, 29 de mayo de 2012

Hegemonía versus cultura

El principio del siglo XXI nos ha llegado con grandes retos, endebles andamiajes cada vez mas vulnerables por la acción sistemática de la desvinculación que ejercen los medios hegemónicos através de su industria de la comunicación y aculturación que está en posición antagónica con nuestra historia e idiosincracia que nos vincula y nos permite percibirnos, el mundo enfrenta un momento difícil. el individuo humano solo es un número para el consumo, su sobrevivencia conlleva una alineación con el sistema impuesto y este mismo lo vulnera y aniquila. Todo un aparato represor de conciencia y arraigo através del cine, televisión, radiocomuncaciones y por supuesto las nuevas tecnologías en red que permiten la inmediatez del contenido noticioso, cultural, religioso y que su uso pernicioso nace en nuestras narices y percepción una herramienta de exterminio intelectual masivo. Ante ese refinado sistema instaurado como guerra de cuarta generación es necesario ya, en este momento el fortalecimiento de las instituciones existentes en el orden internacional, nacional y local, es imprescindible que nuestros gobiernos entiendan de una vez por todas la importancia que advierte la UNESCO, Los distintos ministerios de cultura en nuestros países y la tarea a ejercer que tienen los organismos que llevan la responsabilidad de activarnos culturalmente desde lo local, lo mediático, nuestras diversas formas de entendernos en este ámbito, sabemos de nuestras falencias en el sentido de hacer justicia hacia nuestra dinámica y cambiante forma de integrarnos culturalmente, las instituciones no están imbricadas en un sistema que permita hacerle músculo a la sinergia que se hace cada vez mas necesaria para lograr repeler la acción del sistema del que en un principio hablé, éste si esta articulado y si logró convertirse en brazo cultural de la hegemonía, en Venezuela desde la llegada del proceso revolucionario se han creado diversas estructuras y se han fortalecido otras existentes como la elevación a Ministerio de cultura del antiguo CONAC, antiguo INCIBA creado en los 70 como parte de un estratagema para ubicar y monitorear a la izquierda de aquellos años, el hecho de que en 1968 Francia encendiera las alarmas del sistema convidó a crear organismos que sirvieran de control ideológico, la humanidad de ese tiempo mostró su capacidad de tumbar y cambiar estructuras y desde ese momento se están cociendo habas en el planeta. Por otra parte refiero que nuestros días son altamente sensibles y que la creación y oxigenación de diversos mecanismos que repela de alguna manera la alienación constante y por supuesto la apatía se hace impostergable, cada institución en este momento debería contar con recursos suficientes para ejercer la tarea de vinculación, arraigo, reconocimiento a nuestras tradiciones, preservación de la prosodia y la oralidad, foros para generar la dialéctica que supone la cultura, buscar y hacer entender que la cultura no refiere unicamente al aspecto visual y accesorio de las instituciones, no se trata del tablao, la comparsa, el ajetreo pueril de la escena sin sustancia, acá debemos entendernos como seres pensantes, comprometidos, polémicos y críticos de nuestra realidad y la realidad mundial que nos teje en un sistema total y que debe ser respetuoso de las distintas formas de fluir como ciudadanos de un mundo cada vez mas difícil y menos plural. Sabemos de antemano que el objetivo a atacar por los imperios hegemónicos es el bien cultural, las últimas noticias de bombardeos y exterminios no han sido objetivos militares, no son solamente recursos para la supervivencia del hombre local, lo atacable en este momento son las bibliotecas, los museos como lo refiere Fernando Báez en su libro La destrucción cultural de Irak, acaso lo atacado en las otrora guerras convencionales no fue la cultura, como arrasaron Dresden, Londres, Roma, París, acaso no se quemaron libros en las dictaduras del cono sur, Chile, Argentina, Paraguay, Bolivia, Brasil, Los gobiernos de Venezuela en los 60 y 70 violentando universidades, centros de estudios y persiguiendo a seres humanos por pensar diferente, qué se persigue, será que el hecho de consustanciarnos culturalmente es muy peligroso para la hegemonía, ya sabemos que ubicar la médula de todos de nuestros problemas no es otro que diagnosticar sensibilidad, educación y lo que discutimos que es la cultura, sentemonos un rato a reflexionar sobre esta particular arma para sobrevivir a la barbarie reinante en nuestra cotidianidad inducida por ese enemigo que financiamos y defendemos con toda la fuerza desde la ignorancia.

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