Servilletas blancas manchadas de rosa y tinta, temen a la llegada de la expresiva despedida de nuestro centro, latido de nuestra historia, bolero de tierra firme que espera conmover a los maniquíes roídos y descabezados que viven en la plaza Baralt, sonido motorizado de palomas que se confunden con el trinar enamorado de feromonas y piernas que se abren al traspasarte con la pluma de mis ansias.El Gus
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