Una ventana rota en el quinto piso muestra una silueta a la avenida, en la parada del micro un niño observa y sueña olores envueltos en pecado que le esperan en su tibia madrugada, silente siente...murmuran sus ánsias, se come la línea del torso con sus ojos desnudos, vivos... ella no sabe nada, solo siente el frenazo del colectivo y sube el niño con sus húmedos pensamientos de carne .
No hay comentarios:
Publicar un comentario