jueves, 21 de abril de 2011

El Palmarejo de Demis Roussos


La tarde caía temprano, eran como las seis apenas ,recuerdo que las agujas del reloj de el frente rosaban las intenciones de reunirnos en El Palmarejo, la tibieza de un poema acariciaba todavía la tez de sorpresa que tiene nuestra hermosa Luz , el cutis radiante de Adelfa me convocaba a la mesa y la tertulia encendida nacía estrepitosamente de la cerveza de Julito Jimenez, el sol que se colaba por la puerta entreabierta esculpía los rostros de Mario Morales y la Myuriel embelesados con los cuentos de Ender sobre Felipe Pirela, conversando casi en silencio topé con los ojos mágicos de Alvaro Silva y Alejandro Vásquez enamorados todos de nuestra esquina y sorbíamos de a poco las notas griegas de el Demis Roussos que llevamos en nuestra sangre de baja graduación alcohólica.

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