Era de tarde, mucha luz en el frente de nuestra casa, la desidia , el caos que se apodera de esta ciudad enredó las responsabilidades de ese día , salí a hacer las cosas que me ayudan a vivir , me esperaba una tarde de grabaciones y compromisos, ya en el estudio sonó mi teléfono con cierta intranquilidad , mi esposa y mi hija fueron atracadas en el mismo frente que comienza este pensamiento, era el 22 de septiembre y en el carro estaba su piñata, la torta y la alegría de la vida, no tenía el motor muy bueno pero era fiel con nosotros y con ella, tres eran los infelices que mostraron como cobardes su fuerza de hierro en la cintura y que le regalaron a mi hija un trauma que nos duele, salieron corriendo hacia la casa , les arrebataron todo y la alegría del día, desde ese momento a hoy padecemos y constatamos en carne propia lo que pasa en nuestra ciudad que se cae a padazos , nos dirigimos al cuerpo de investigaciones criminalísticas y nos trataron como a delincuentes, sería una proyección psicológica? que horror el momento y que lamentable el nivel de esa fauna policial, lamento profundamente que constatemos lo mal que estamos, policías y malandros un Aguacate muy ágrio y de naturaleza extraña a nuestra historia de integralidad y probidad, cambiemos, Maracaibo y el país en general necesita adecentarse y sus instancias necesitan una purga y un proceso quirúrgico de extirpación de ese tumor ya metastásico, hace falta una revolución de verdad que su discurso sea coherente con el accionar ciudadano, sabemos que la delincuencia es un flagelo mundial pero que se ha radicalizado en esta geografía y tiende a someter a nuestra gente al exilio o encierro doméstico, es hora de pensar en soluciones inmediatas y a largo plazo, debemos cambiar urgentemente el "COPP " Código Orgánico Procesal penal y el sistema de justicia que está igual de gangrenado que los principios y accionares criminales que pasan por sus instancias.