martes, 1 de enero de 2013

Desde mi sol a la luna del Boricua Roy Brown

con la cerveza en la mano, sentados todos los bohemios hablachentos que desgarrábamos la calle Carabobo, moríamos de pronto y tarde en la tienda de Angel Erazo, era una cuerda o dos que alumbraban nuestro verbo solariego y rancio, dispuestos a bebernos el mostrador si nos era posible, Ender Colina, El Canelo; orfebre y tocador del charango, Ilya, la bella Muriel, locos de noche y cuerdos hasta las 6 de la tarde, agosto asomó el canto de un hombre digno que nos visitaba desde su Isla Borinqueña, su sencillez dibujó un espacio para entregarnos su compromiso cantado, dominio de su trazo vocal y maestro de una realidad puntual que nos ofrecía sin complejos ni contradicciones, susurros de sorpresa por la casualidad de reconocerlo, es el Puerto Rico que canta, el que sueña, el que dice, años han pasado nada mas que quince, sigue cantando y luchando, me regaló una familia que amar y defender, Gracias Roy por estar siempre en el corazón de Maracaibo y proponernos ser Boricuas aunque nazcamos en la Luna.